La ciudadanía tiene un papel clave en la toma de decisiones políticas y el proyecto piloto de TRANSFORM es un claro ejemplo de ello. El miércoles 21 de septiembre, el clúster catalán, que ha liderado este proyecto piloto de ciencia ciudadana, presentó los resultados y conclusiones a miembros del ayuntamiento de Mollet del Vallés, para contribuir en la mejora del sistema de recogida selectiva de residuos del municipio.

El proyecto europeo TRANSFORM reúne tres regiones europeas (Lombardía, Bruselas capital y Cataluña) para experimentar con diferentes metodologías participativas innovadoras. En concreto, en Cataluña se ha realizado un piloto de ciencia ciudadana en la ciudad de Mollet del Vallès para contribuir a la mejora de la recogida selectiva de residuos municipales. El clúster catalán ha utilizado la ciencia ciudadana como instrumento para avanzar hacia un modelo socioeconómico más verde, digital, resiliente y justo.

Ciencia ciudadana, una metodología que beneficia a todos los agentes implicados

Para este proyecto piloto se codieñó un juego digital sobre residuos, llamado “Dilemma R”, como herramienta para informar a la ciudadanía sobre sistemas innovadores de recogida selectiva (contenedores inteligentes y puerta a puerta) y, a su vez, recoger sus preferencias y barreras a la hora de implementarlos. En el proceso de diseño, se ha seguido un modelo participativo, basado en metodologías de codiseño, involucrando al máximo de actores implicados.

Este proceso se realizó mediante un total de cuatro sesiones en las que participaron diferentes perfiles de ciudadanía de Mollet, diferentes departamentos del ayuntamiento y el alumnado del Grado de Gestión de Ciudades Inteligentes y Sostenibles de la UAB. Después, se procedió al desarrollo digital del juego.

Una vez creado “Dilemma R”, 60 estudiantes de cuatro centros educativos de Mollet (Institut Vicenç Plantada, Escola Sant Gervasi, Centre d’Estudis Mollet y Escola Anselm Clavé) lo pusieron en práctica con sus familias y con la ciudadanía a pie de calle para recopilar información suficiente para procesarla y analizarla.

A través de esta app se han podido recoger valoraciones, preferencias y barreras de la ciudadanía respecto a los sistemas innovadores de recogida selectiva. Además, esta herramienta también ha tenido un doble impacto: por un lado, ha aumentado el conocimiento de la ciudadanía sobre estos sistemas innovadores de recogida de residuos, y por el otro, ha contribuido a generar una conciencia activa sobre el impacto ambiental de los residuos, contribuyendo a la corresponsabilidad.

Con el juego “Dilemma R” se han recogido 402 respuestas válidas de la ciudadanía de Mollet; los resultados permiten identificar tendencias que sirven de guía al ayuntamiento en la toma de decisiones sobre cómo implementar un nuevo sistema de recogida de residuos.

A raíz de estas respuestas, se ha elaborado un informe de resultados que ha incluido las recomendaciones realizadas tanto por el equipo investigador profesional como por el propio alumnado de Mollet. Se destacan 10 conclusiones:

Grado de conocimiento de la ciudadanía sobre el sistema de recogida de residuos

1. El conocimiento sobre los sistemas innovadores es bajo y el conocimiento sobre el sistema actual de recogida selectiva no llega al 50%.

2. La gran mayoría de personas que han declarado no tener conocimiento previo sobre el tema, lo han adquirido a través de Dilemma R

Preferencia general de la ciudadanía por los contenedores inteligentes o por el sistema puerta a puerta

3. La gran mayoría de personas encuestadas se han decantado por los contenedores inteligentes

4. Como excepción, en el barrio de Santa Rosa, la preferencia por el puerta a puerta y los contenedores inteligentes está muy igualada

Relevancia que pueden tener distintas variables como barreras o facilitadores de la adopción de los nuevos sistemas por parte de la ciudadanía

5. La mayoría de las personas encuestadas se muestran sensibles a la cuestión ambiental y favorables a recibir incentivos económicos por el uso de nuevos sistemas, pese a que esto implique limitaciones a su privacidad (que el ayuntamiento tenga más información sobre las prácticas de reciclaje de cada persona) o practicidad (por ejemplo, limitaciones de horario o calendario a la hora de tirar las basuras)

6. Los incentivos económicos parecen tener un mayor potencial como facilitadores de la adopción de los nuevos sistemas que el beneficio ambiental, excepto cuando se enfrentan a la posibilidad de que los nuevos sistemas generen más suciedad en la calle

7. Hay una cantidad similar de personas que se decantan por recibir incentivos económicos a nivel individual y a nivel colectivo o comunitario

8. Las limitaciones de privacidad no han salido como un aspecto muy relevante cuando se oponen a los beneficios ambientales, y mucho menos cuando se oponen a los incentivos económicos

9. Hay dos aspectos de practicidad que merecen atención como posibles barreras a la implementación: 1) la limitación de horario y calendario asociada al sistema puerta a puerta; 2) la posibilidad de que los nuevos sistemas generen más suciedad en la calle

10. Para la gente de 65 o más años, la complejidad de utilizar una tarjeta o un móvil para accionar los contenedores sale como una barrera más relevante que el hecho de tener que adecuarse a un horario o un calendario

Impacto en las políticas públicas de Mollet

A raíz de estas conclusiones, el alumnado de Mollet y el equipo investigador profesional involucrado en el proyecto han redactado una serie de recomendaciones asociadas a las conclusiones del estudio. Estas recomendaciones van desde el desarrollo de campañas informativas y de educación ambiental, hasta propuestas de implementación de incentivos económicos para aumentar la separación de residuos, pasando por el diseño de acciones específicas de acompañamiento a las personas mayores en el uso de los nuevos sistemas.

Participar en este proyecto piloto de TRANSFORM ha sido muy importante por dos motivos: primero, poder conocer la opinión de nuestra ciudadanía. Queremos hacer cambios en nuestro modelo de gestión de residuos, y necesitamos saber qué piensan y qué saben. Segundo, a través de la participación ciudadana hemos podido conocer propuestas planteadas directamente por la ciudadanía, y las queremos estudiar porque son realistas e interesantes. Gracias a todo este proceso participativo hemos podido saber qué quiere, qué teme o no ve claro la ciudadanía, para así, tomar mejores decisiones a nivel de políticas públicas

Raúl Broto

Primer teniente de alcalde de Mollet del Vallès Ayuntamiento Mollet del Vallès

Como prueba de que la ciencia ciudadana puede tener un impacto en las políticas públicas, el pasado 28 de junio el ayuntamiento de Mollet del Vallés aprobó el nuevo contrato de limpieza del espacio público y la recogida de residuos para los próximos 5 años. El objetivo de este nuevo contrato es intensificar la limpieza viaria y aumentar la recogida selectiva del municipio hasta el 60% en 2030, cumpliendo con la normativa europea.

Algunas de las propuestas provenientes del piloto que se han evaluado e incorporado en el nuevo contrato del servicio de recogida de residuos de la ciudad son, por ejemplo, el hecho de implementar contenedores inteligentes en algunos barrios de la ciudad o la necesidad de emplear recursos adicionales para evitar que se ensucie la calle debido a prácticas incívicas.

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