El cambio climático puede ser un proceso natural en el que la temperatura, las precipitaciones, el viento y otros elementos varían durante el paso de los años. Ha habido muchos cambios climáticos a lo largo de la historia, pero el que estamos viviendo actualmente, es el primero derivado directamente de la actividad humana y con un aumento tan rápido.

Rosa Arias, CEO y fundadora de Science for Change, participa cada dos meses en el programa “Veïns” con su sección “Ciència amb tú”. Esta vez, el programa ha girado en torno al cambio climático y cómo, desde Science for Change, participamos en proyectos que contribuyen a poner freno a esta problemática mundial.

En la actualidad estamos experimentando un rápido calentamiento sin precedentes debido a las actividades humanas, principalmente por la quema de combustibles fósiles que generan emisiones de gases de efecto invernadero.

Entre los científicos, existe un acuerdo absoluto en el que el cambio climático es inequívoco, y este es el primero que viene de la mano del hombre, sin lugar a dudas. Desde la revolución industrial han aumentado las emisiones de gases de efecto invernadero y existe una correlación entre el aumento de estos gases y el aumento de temperatura, o la subida del nivel del mar, etc.

Rosa Arias

CEO Science for Change

Hay una relación directa entre el aumento de las concentraciones de los gases de efecto invernadero, el aumento de la temperatura y el aumento del nivel del mar. Los impactos de todo ello ya son visibles y palpables:

  • Aumento de fenómenos meteorológicos y climáticos extremos
  • Elevación del nivel del mar
  • Acidificación de los océanos
  • Impacto negativo en los ecosistemas terrestres y marinos (pérdida de biodiversidad)
  • Desaparición de las estaciones de otoño y primavera:en España se estima que el verano dura ya 5 semanas más que en los años 80
  • Salud humana: baja calidad del aire, problemas respiratorios, mayor transmisión de enfermedades
  • Cambio en los usos del suelo
  • Refugiados climáticos

Ya no estamos ante un cambio climático, sino ante una crisis o emergencia climática. El informe Planeta Vivo de la WWF señala que para satisfacer las necesidades actuales, la humanidad está consumiendo una cantidad de recursos naturales equivalente a 1,7 planetas tierra. De seguir así, en 2050 serán necesarios 2,5 planetas para satisfacer la demanda de recursos naturales. Pero como todos sabemos, no existe un planeta B, ni C, ni ningún otro. ¿Cómo podemos contribuir los ciudadanos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero?

En Science for Change estamos implicadas en dos proyectos europeos que contribuyen a poner freno al cambio climático

Por un lado, estamos involucradas en el proyecto TRANSFORM con un piloto sobre ciencia ciudadana para mejorar la recogida selectiva de residuos municipales, en Mollet del Vallès, que involucra al gobierno (tanto local como regional) al mundo académico, al mundo empresarial y la propia ciudadanía, todos ellos agentes de la cuádruple hélice. El objetivo del piloto es implantar junto con la ciudadanía una opción de recogida selectiva innovadora para aumentar la tasa de recogida, que ahora mismo se encuentra estancada.

Para ello, han cocreado un juego junto con la ciudadanía, llamado “Dilemma R” para conocer sus preferencias y optimizar el resultado final. El objetivo final es que, como resultado de esta metodología participativa, el ayuntamiento de Mollet pueda definir sus futuras políticas y plan de gestión de residuos municipales. Puedes leer más sobre el proyecto y sobre cómo fue el proceso de codiseño y cocreación de soluciones para el municipio de Mollet.

Por otro lado, con el proyecto europeo HOOP, junto a 8 ciudades europeas, tiene el objetivo de desarrollar iniciativas de bioeconomía circular centradas en la obtención de bioproductos a partir de la fracción orgánica de los residuos municipales y de las aguas residuales. La idea es convertir los residuos en recursos, como por ejemplo, biofertilizantes o bioplásticos, para tener ciudades más sostenibles.

Y, ¿cómo lo hacen posible? Estableciendo un diálogo entre la ciudadanía, los ayuntamientos, los centros de investigación y el sector industrial. El proyecto HOOP facilita puntos de encuentro para dar voz a todos los actores implicados y codiseñar ciudades más sostenibles a través de los “Biowaste Clubs”.

Además, están diseñando una App de ciencia ciudadana que permita a los usuarios y usuarias cocrear su ciudad ideal en temas de gestión de residuos orgánicos, y permitirá alinear la gestión de los residuos urbanos con las necesidades y dudas de la ciudadanía.

Gracias a iniciativas como estas, y a los pequeños gestos que todos podemos adoptar en nuestra vida cotidiana, podemos poner freno al cambio climático y reducir las emisiones. Todos los pequeños gestos cuentan y suman, y todos podemos formar parte de este cambio.

Rosa Arias

CEO Science for Change

¿Quieres saber cómo avanza el proyecto de ciencia ciudadana para mejorar la recogida selectiva de residuos en Mollet del Vallés? Lee la noticia aquí.

Y no te pierdas este vídeo donde te contamos más sobre estos proyectos y cómo desde Science for Change contribuimos a poner freno al cambio climático a través de iniciativas de ciencia ciudadana.

Puedes ver el programa completo aquí:

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